anónimos

Gandaranda tu baranda alcohol
/Solfeá me resaquea tu so pena
/Y me reintegra una condena
Social

Escuchala la latiente servir en vano su producto para gente durmiendo
Serruchale dale dale
Es sangría da alegría
Se enfría se enfría
No dale ale no tardes que ahí viene irene
Quién es Inés?
Sin es rené
Cuánto nombre tiene el hombre para morirse anónimo
No me inyectés tu dolor con esa jeringa usada
Dale llevatela llevá la tela la latiente
Anónima
Viste
Anonima
Escuchala la lata la la la
Y si le ponemos nombre?
Para qué? Si ya no lo va a llevar
Llevala dale vale
Dale ale acompañame
Sólo un rato después no nos conocemos
No no
no

tildada contra la ventana
una vieja le hace sombra a su pasado
no escucharemos el soplo del viento dice
tendidos ante el espanto
que otra cosa que guardar compostura
y mirar con impotencia lo que no fue
todas esas venas que no vimos fluir y que eran vida
una perspectiva única
la posible la tentadora la inquietante
la elegida

aveces las moscas dan vueltas en la mierda
pero nunca reparan en la inmundicia
se quedan en su danza boba y se la tragan

noches sin placer es culpa del tiempo
de la calvicie
de la lengua
del que no se para
o del que se para y se cansa rápido
o del que lamenta no haber podido
y del que siempre lamenta
el fuego es para quienes lo llevan dentro

una vieja tildada en la bragueta de un tipo que pasa
suspira
no poder echar un rato en el deseo de un otro
pero está mirando para afuera
su adentro ya no es mirado por el mundo

fugaza

increible y fugaz tarde de brindis siestero
si es tero si estero o no espero
pero vuelvo a brindar por el sólo hecho de tomar
de tomar con las manos la vid
saber que esto es transigente y es pasito a pasito
despacito de andar los charcos

no che siguiente a la tarde
unas huellas frescas por los charquitos
fisura dos pasos
estremecer de los árboles quejosos
la plaza vacía iba hacia la casa sola
y la sola cosa que me habría sacado el pulso bahh sii ahh
un sereno estado de gracia cuando las llamas inflan el cuerpo inerte
el último momento falaz de sucumbir
el ojo de la tormenta antes que todo se vaya al diablo
y el día habló de su triunfo sobre las almas viejas
sobre vampiros y ratas
sobre cuervos y arañas
sobre cucarachas y lechuzas
sobre la leche de la mañana que extraña la nata
y la nada que extraña la hache
y las veces que no hice caso y me comí las haches que estaban covachas y sin ce
ro t´ando mi solapada derrota que nadie escribió y a nadie importa
no me sirvió la desgracia para dar gracias por lo que tube
quise todo y nunca nada
quise pasto y no hubo agua
y la sequia se quería quedar entrañable por no molestar
pero hubo fuego y gente para padecerlo
y la sequia se volvió enemiga del pueblo
y hubo que llover y llover para olvidar las manchas del guardapolvos
algo se quebró desde el gallo de aquel día endeble
no sé si fue conjunto o desgranando
no se si fue ese sol o había algo
o si nuestros ojos rodaban en la arena mientras mirabamos mayas
o era mayo y hacía frío
o despues yo fui callando hasta olvidar
y caí por desmallar a mi conciencia anclada
no importa
sólo sé que esta tarde tardé en representar mi desepcion emerger
y confié o sin fié
me dejé llevar/caer por una plaza donde pasa mi pie
y estando allí me dejé caer/pisar
probando mi dolor en la caricia
de la lluvia baja limpia una paloma
de mis ojos lava la esgrima
y de mis hombros vencidos de soportar se arroja hasta mis manos
se echan a volar

agarisima

si la palabra manchara tu falda blanca
y las pelusas de nuestro sueño
intacto
acariciara el sol
las formas de tu tercipelo entristezcan
lo inhundado de este momento
dadas las lágrimas al viento
barredor de distancias
instancias que el tiempo no pudo sujetar

agarrame las manos bien fuerte
que la noche pasa
y no sea que se nos pase un sueño
y amanezcamos solos y deprisa

paloma en la costa

ninfa
pez sirena
cuando la luna llena roza tu seda
quién la entristezca tenga su pena
porqué desprende la plenitud su aroma
cada escama esclama gloria
y cada cabello su merced

donde el brillo de la perla
es un graffiti de paredón
su mar su marea
su... sumergirse no es delito
es delito no ser carnada cuándo la causa es justa
amilanarse en el pecado es de brutos
y las pruebas son los cobardes que no afloran entre las rocas
y se pudren subterraneos en cloacas de su propio asco

así rechinan bajo los trenes que van viajando
bajo la noche calida
somnolienta
la ciudad dormida
dormido el sonido
esos ejes que no se detienen
viajan llevando sensaciones
solo piel embolsando viento
masticando invierno para tragarse el verano