L es P ctro

impermeable a la noche
un fantasma de sombra triste
entre los rastros arrugados de cortezas
de nocturno deambular por los prados oscuros
envuelto de calvarios sádicos de su andar extraviado
el áspero tacto de las paredes
le llevan consigo la lucha medio rabiosa
la bruma lo abraza entre sus manos suaves
melancólicas pero sedosas
como un velo de armonico dolor constante
de a ratos se desprende y mira las estrellas
de a ratos se ve cubierto de niebla espesa
y se pregunta dónde llegan los que van pero no llegan
y se pregunta
y se pregunta
dónde están los que despiertan
los del sol
y los de las tinieblas
porque su cuerpo lo abandona
y ya sabe con fe ciega
que con los pies no se camina
sino que se desplaza con la cabeza
pero cuánto andar la pena
y cuánto cuesta el olvido
si uno se envenena y se envenena
con la sangre que circula la vena entera
y eso mismo es el camino
un circuito lleno de vida

entonces donde llegue está la vida
pero qué pasa cuando todo es veneno
y entonces la misma vida envenena

qué pasa con los huesos
que se cansan de estar quietos
y se rompen en el movimiento

qué más que quemar la llama
y aguar la lluvia con esperanza
con inocente fuego dorar la luz
la espada que avanza sin dar muerte
que desmorona la linea entre lo ido indefinido
y lo definido vivido

entre la locura y la lucidez
que es pensar la locura como un camino
a contraviento
a contratiempo
contrayendo el músculo
que se esfuerza por dar pelea
y venciendo al músculo
lo que nos queda es el placer de saber la nada y nadarla
aguas del ahogo y el pataleo inutil
pero pataleo
pata de león de bestia
que se alimenta
aunque su vida se vea como una siesta
un sueño de leones
un desalojo de terneros tiernos
que como no soportan la luz encienden veladores

y qué más que este fantasma
en la triste aventura de andar caido
frustrado y vencido
buscando arrugas en los árboles
berrugas en los caracoles
buscando y andando
lento pero despacio en espacio sin tiempo

Flor

mi tallo se hunde
la profundidad es una flor que se abre al sol
y la veo
las hojas ornamentan la glucemia de su savia
transpira su rocío de placer
fiebre de lucha que no sé acaba
que jadea en su continuidad esparcida
y deja ser
una levedad atrae hasta el cosmos
se perfuma y se derrite
se hace beso preciso que cierra la noche
los lobos se duermen y amanecen las mariposas
florecen del aire su perfume multicolor aplacado
vallas priman derriten el glaciar que llevo en frenos
y desenfreno
desbarranco
el sol aparece
y ya

la luz salta como un piojo prolongado
hace años que el mundo se derrumba
toda vida es un abismo
toda derrota una cadena
la mariposa se seda con el gusano final de la botella
la mariposa es guarra y tiene tigres tatuados
la mariposa es corroida por las ratas en un motel
el hombre la mira
sabe de su naturaleza muerta
la toma entre los brazos
el mundo se derrumba
pronto aquellas pesadillas serán propias
sospechará de ella
ella que salió
¿de donde? del abismo
es anonimo su destino
es anómala
ella quiere darle las gracias
lo abraza pero se lastima las alas
él estornuda
ella se enoja
el encoleriza
no tardan en desconocerse
en desconectarse
la alborada ya no es luz
es cansancio y resaca

gusanos en el fondo de la botella
un día que el mundo derrumba
nacen de la piel de la mariposa los tigres
uno ganará
un amarillo nuevo nace en el contorno del horizonte
siempre es hoy el amor amarillo
de las membranas del cielo bajan nuevos ojos
siempre deben renovarse para ver lo viejo con sorpresa

no nos importa que el mundo muera
somos viejos
anónimos somos

ManZana

hay un cajón de manzanas
todas verdes
aparentemente iguales
aparentemente verdes

hay un camión de cajones de manzanas verdes
y hay los árboles
manzanas amenazando con su indomita apariencia similar
todo el rio negro las fecunda y de ellas abunda

hay verduleros que solo toman los cajones con fuerza
los agolpan en la vidriera para exhibirlos
la gente pasa y ve cajones
no ve la magia de la similitud
ve cajones
algunos llegan con sus caras serias
tantean
y agarran cualquier fruta

de repente una manzana sale al exterior
la veo
la quiero
pero aquella vieja chismosa tiene el primer número
no es mi turno me dice el verdulero

luego de robar una verduleria
ya en un patrullero sin luz verde
saco mi manzana del bolsillo
sonrío
no es mi turno murmuro
tonto el que espera
no somos más que manzanas

bisagra

una vez adentro la puerta es la salida
ya no hay que golpear tímidamente
sólo tomar la manija y rajar
entrando hacía frío y el lugar parecía amable
pero ya sin frío comienzan las hostilidades
una vez adentro sólo se recuerda el afuera
aquello que padecimos una vez hoy es aurora
sensación de prisión
escapo
corro corro
y caigo
apenas puedo moverme
intentando golpear una puerta