sábado, septiembre 30, 2006

ojo asesino

me desprecia
con el rabillo del ojo
despeina mi mi semblante
lo revuelve en un caldo de oscuros maleficios
y me los da a probar
su rito grotesco de asquear con sus propias visceras a quien padece la agonía
bajo sus uñas
mi carne
destrozada
desmoronada
desgarrada
he visto todas las alboradas pero la última es más bella siempre
aún cuando la muerte
absorbiendo mis facultades
cuando su sombra oscurece despacio el sol

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