mi recurso es ampararme en la vida
la vida es lo que soy
lo que instintivamente soy
si fuese posible que no sea porque sí
y que todo esté destinado por el universo
qué cosa más rara podrían ser los creadores
en todo caso no es de mi incumbencia el orden cósmico
sólo lo que soy
el producto de mis pasos
escuchar alarmas a lo lejos
y no tener que ver con eso
vengo matándome
atándome
porque ya no me soporto
porque sí
el cansancio es inminente
aunque todas las cosas nuevas me vean con desdén
y yo sea sólo el producto
de mis pasos
hacia
un
vacío
que
se
está
aproximando
lenta
inevitablemente
1 comentario:
Querido amigo oO: razón tiene..., Ud. lo dijo:
"Mi recurso es ampararme en la vida / la vida es lo que soy".
Yo, por mi parte, debo decirle lo contrario, sólo puedo ampararme en la muerte....En la frialdad, la soledad, el silencio....Y el olvido....Y en vano planeo mi suicidio entre los pensativos cipreses.
Y entre las sombras de la noche extraño el amor de las muchachas: Ud. sabe lo que es eso..
Y también vamos, como Ud. ha escrito con terca confianza:
"...hacia un vacío que se está aproximando lenta, inevitablemente"...., como el nicho natal y postrero..... Lo presentimos tanto, mi querido amigo, que sus palabras me suenan muy familiares.....
Sus desesperanzadas sentencias me recuerdan nuestro destino: yo morí hace mucho y Ud, dichoso o desdichado entre los vivos, sigue siendo mi amigo, yo aún lo recuerdo..., y desde el umbral de mi tumba lo sigo esperando.
¿Cómo es mi vida en lo alto de la loma de Río Cuarto...., donde ahora tengo mi terrible hogar...?
Ya se imagina la humedad y el desamparo.
Incesantes, me roen los gusanos, y mi ropa, un día tan cuidada y elegida por mi madre, ahora son andrajos que mis muertos amigos me envidian, tan pobres son....
Ud. debería venir a visitarme..... Mi secretaria, Ingrid, se ocupó de mis escritos y de copiar mis poemas..., poemas que los vivientes no comprenden.
El sol es nuestra única alegría: venimos del fuego de las estrellas y un día volveremos al mismo fuego aniquilador que nos dió vida, como el vientre de nuestra madre.
Y verdad que ese será el adiós definitivo.
Estoy, sigo con Ud, aunque ya no lo comprenda....., hace mucho que no hablamos....Un crujido, un sonido en el silencio de la madrugada, puedo ser yo.... Deme la oportunidad en la muerte de aún tener un amigo... Extraño, entre tantas cosas, esa rara cosa que llamábamos esperanza.
Hasta siempre.
Carlos, el ex-viviente.
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