ramas secas como brazos fríos
de tu abrazo que se va por el horizonte
quien sabe a qué
quizá buscando la luna de invierno
a dejarse vencer por el camino que nadie ve
o también tus ojos en otro elemento
aquietados ya para siempre
entornados y esquivos
y qué
si es que amor que duró se corrompió
como las almas añejas no llevan la frescura de las viajeras
un poco es eso
haberse quedado y extrañar el misterio del destino
que todos los días la misma mañana
otros no han querido ver la derrota de su elección
y que cada elección es siempre un error
no nacimos para elegir
nada que hagamos estará bien
y siempre hay la suposición de un camino mejor
el no elegido
lo que no fuimos
lo que debimos
como ramas viejas
aquietadas
para siempre
esperando el vapor que sube
sube
se va
1 comentario:
Hermosas palabras para la triste realidad del que llora lo que pudo haber sido, y apaga la llama de ser, que cierra los ojos al nuevo sol, la nueva luna.
Gracias Negro! el destino nos encontró con Leña.
Carla
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