techamos de vínculo el sol
en arenas de pechos dejamos la mano
pero en los vientos arrastramos el remolino
entré como un intruso por tu calma
la noche va siendo perpetua
la noche se va imprimiendo en las horas
yo también puedo ser un momento
puedo tejer por la vía el perfume sanguíneo
mientras los trenes agusanan la distancia
tengo los ojos dilatando en la penumbra
agarrado a cada sonido como rocas
sosteniéndome para no caerme solapado por el ruido
la huracanada voz en mi perplejo aliento
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