oh pi oh
la condensación de las formas
como mis dedos menos sensibles ahora
van intuyendo las suavidades de tu aroma
las pieles como recuerdo de mi tacto
las plumas como caricias de mi memoria
como las manos han quemado su sensación en pos de una vida menos sensible
dónde está la fiebre libre de delirio en el fuego del invierno

has visto en las copas de los árboles
dormirse los pájaros y en su silencio
comprender otras voces más siniestras
y dormir para obviar la noche gélida
y dejar en tus muslos tibios mis manos
como pájaros dormidos sin temor de la noche

oh pi oh
mis mejores desdichas se desdicen en tus ojos
porque allá donde la luz alumbra ya no hay sombra trémula
ni trinan mis palabras de pasión agorera
ni coartan mis sueños con búhos los ratones de mis cuevas
y ahora que tanta paz viene con su perfume eficaz
¿dónde están mis liras destellando las máximas fecundas?
en el pulso donde importan
en tu gesto donde reinan
en tu viento donde soplan
en mis vísceras donde funciona esta magia
cuando a mis espaldas pareciera estar ese abismo
que susurran los muertos pero que no terminan de mencionar
porque donde hay sombra no entrará la luz
y viceversa